Nada es lo que parece.
Nada de lo que ves es real.
Quizás interpretes tu propia perspectiva,
porque tienes un filtro y tu interpretación es una parte de la realidad:
Puedes ver:
Personas cansadas en su día a día, en el trabajo con una sonrisa, y aguantado una guerra por dentro.
Puedes ver:
Personas quejicas de su trabajo, pero en realidad no son capaces de comunicar realmente lo que les pesa.
Puedes ver:
Personas que aparentemente estén bien. Y de un día para otro deciden marcharse.
Otros lo ven:
Como una gran ventaja, para ocupar el puesto del otro.
Otros lo ven:
Con miedo a que ell@s mismos decidan marcharse o acabar con poca salud mental.
Mientras tanto, puedes notar que quizás disfrute o simplemente les quitan el peso.
No les da importancia, ni remordimientos, ni quejas.
Porque no estás en el juego.
Hay normas, hay protocolos, hay evaluaciones, hay herramientas más allá de lo clásico.
Pero ninguna de ellas puede registrar el peso de lo que no se dice.
Y es que cuando te quitas la máscara descubre una gran verdad.
Mientras tanto, cuídate mucho, nos leemos pronto.